Dejar Ir es una técnica por el autor internacionalmente reconocido David Hawkins, quien fue un ser iluminado –al igual que Jesús y Buda– y en su camino espiritual desarrolló esta técnica con la que pudo liberarse por completo de todas las emociones negativas. Es importante mencionar que sí existen las emociones negativas, como el odio, la ira y los celos; el hecho de que sean propias de nuestra naturaleza humana no quiere decir que debemos simplemente aceptarlas y quedarnos de brazos cruzados. Hemos de trabajar constantemente por eliminar estas emociones de nuestra mente, y David Hawkins enseñó cómo hacerlo.
Lo primero que tenemos que entender es que toda persona nace con una cantidad determinada de emociones negativas que va a sentir a lo largo de su vida; a esto se le conoce como karma. Todas las acciones que hemos obrado en nuestras vidas pasadas son como semillas que quedan en nuestro espíritu, y eventualmente maduran y experimentamos sus efectos. Si tú, por ejemplo, le causaste mucho sufrimiento a alguien en una vida pasada, en esta vida experimentarás de alguna u otra forma ese mismo sufrimiento. Es importante entender esto para quitarnos la idea de que las cosas que nos suceden son aleatorias/al azar.
Todo lo que nos sucede no es más que la consecuencia de lo que hicimos en nuestras vidas pasadas: por eso hay quienes nacen con muchos privilegios, mientras que hay quienes nacen con muchas adversidades. Cuando comprendemos esto, podemos dejar de echarle la culpa de cómo nos sentimos a las personas o a las situaciones, y aceptar que todo solo es el efecto de una causa que nosotros mismos creamos. Este es el primer paso para dejar ir las emociones negativas: saber cuál es su origen. El siguiente paso es familiarizarnos con una de las enseñanzas espirituales más importantes: ninguna situación tiene valor propio.
No existen las situaciones “buenas” o “malas” ya que lo que es bueno o malo para ti, puede ser bueno o malo para alguien más. De esto podemos concluir que aquello que determina el valor de una situación somos nosotros mismos: nuestra subjetividad es lo que toma las cosas como buenas o malas. Y aquí es en donde entra en juego el karma que tenemos acumulado: si es karma positivo, experimentaremos muchas situaciones como agradables. Por otro lado, si es negativo, vamos a tener vivencias desagradables, que nos pueden causar emociones negativas.
Aprendiendo a dejar ir
Pero afortunadamente, para estas experiencias desagradables tenemos la técnica de dejar ir. Esta técnica está creada con base en el entendimiento del karma y de que ninguna situación tiene valor por sí misma, sino que nosotros se lo asignamos. David Hawkins explicó que la razón principal por la que no logramos eliminar las emociones negativas de nuestra mente o nuestro espíritu, es porque nuestra mente conceptual intenta asignarle una razón externa a la forma en la que nos sentimos. Es decir, si me siento enojado o triste, mi mente conceptual piensa que es por cómo una persona está actuando o cómo está sucediendo una situación.
Esto es una percepción errada ya que no sentimos enojo ni tristeza porque en el mundo esté pasando tal o cual cosa, sino que sentimos esas emociones porque en nuestro karma están esas semillas, que plantamos en vidas pasadas al hacer sufrir a alguien más. Y en cuanto nuestra mente conceptual le pone una etiqueta a una emoción, entonces nos aferramos a ella y no podemos dejarla ir. Por ejemplo, me enojé con un familiar porque me hizo una grosería. Cuando ya tuve este razonamiento errado, la emoción se queda estancada dentro nuestro porque nuestra mente conceptual se aferra a ella.
Y el mayor problema es que vamos toda nuestra vida haciendo esto: cada vez que sentimos emociones como el enojo, ya tenemos miles de razones en nuestra mente conceptual por las que podríamos enojarnos: el trato de los demás, el clima, el gobierno, la economía, etc. Creemos que es la situación la que detona la emoción, pero David Hawkins se dio cuenta de que es al revés: nuestras emociones, las semillas o el karma que tenemos en nuestra mente o espíritu, son lo que determina las situaciones que vivimos. Cuando tenemos mucha ira o tristeza reprimidas, vamos a buscar crear escenarios en los que podamos expresarlas.
Pero en el momento en el que nos damos cuenta de que todo lo que nos pasa es el resultado de nuestras acciones pasadas, y de que tenemos el poder de asignarles el significado que nosotros queramos, es cuando podemos comenzar a dejar ir la negatividad de nuestra vida. El principio de esta poderosa técnica de liberación emocional es el hecho de que no es correcto enojarnos o entristecernos o sentir cualquier emoción negativa por estar experimentando las consecuencias de nuestras acciones. En otras palabras, esto es hacernos las víctimas de nuestras propias acciones, y si bien es algo propio de la naturaleza humana, no es lo mejor.
Cuando tomamos el rol de la víctima de la situación no solo estamos aferrándonos a las emociones negativas e impidiendo que se vayan, sino que también estamos creando más karma negativo que experimentaremos en el futuro. Esto es porque no estamos responsabilizándonos de nuestras acciones pasadas, y al buscar culpables y proyectar nuestras emociones negativas en algo o en alguien, estamos obrando mal. Y entonces, al darse cuenta David Hawkins de todos estos patrones de comportamiento, llegó a la misma conclusión a la que llegó Buda hace 2600 años para poder eliminar la negatividad.
Aceptación paciente: el secreto
Esto es: que hemos de aceptar pacientemente y con una mente constructiva o apacible todo lo que nos suceda. Esta es una enseñanza que varios seres iluminados han dado. La gran mayoría de nosotros nos acostumbramos a ser muy reactivos y muy externos: cuando pasa tal cosa ahí afuera, entonces yo me siento de esta otra forma, y actúo en consecuencia de este sentimiento. La técnica de dejar ir revierte este patrón que solo nos perjudica, y nos dice: en cuanto yo sienta una emoción negativa, no he de buscar culpables, sino entender que no es más que el efecto de una causa que yo mismo creé en el pasado.
Al escuchar esto puede que haya una resistencia por parte del ego puesto que piensa que a toda acción debe haber una reacción, y pensar en no hacer nada en cuanto surja una emoción negativa más que aceptarla y permitirla estar, es totalmente contradictorio a lo que nos acostumbramos a pensar. Pero este es el secreto de esta técnica: cuando una emoción negativa aparece dentro nuestro, no necesitamos pensar por qué está ahí, ni tenemos que hacer algo con ella. Lo único que debemos hacer es permitirla estar, puesto que como dice David Hawkins: las emociones son como olas, y así como llegan, eventualmente se irán.
El creador de la técnica explica que todos tenemos una cantidad limitada de emociones negativas y en cuanto se agota, ya no volvemos a experimentarla. Si hay mucho enojo dentro nuestro, no tenemos que atacar a nadie ni buscar una razón por la cual nos estamos enojando, sino que tenemos que pensar: “Esta emoción es un karma que está madurando. Voy a aceptarla y dejarla estar dentro de mí tanto tiempo como sea necesario, puesto que así como llegó, se va a ir”. En la medida en la que nos acostumbremos a experimentar las emociones negativas de esta forma, poco a poco se van agotando.
Y al no responder de una forma incorrecta, buscando culpables donde no los hay, entonces ya no creamos más causas para sentir esas emociones en el futuro. Es así que poco a poco dejamos de sembrar semillas de negatividad en nuestro interior, y comenzamos a depurar las que sembramos en el pasado, asegurando así que ya no volveremos a sentirlas en el futuro. Esta es la única y verdadera forma de deshacernos del malestar: aceptando que nosotros lo creamos en algún momento, pero decidiendo reaccionar diferente a él, para asegurar que ya no creemos más.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarsaludos, una pregunta, la emoción después de aceptarla y entender que es un karma del pasado, desaparece al instante o hay que llevarla dentro hasta que se vaya por si misma?
ResponderEliminaren mi caso es una emoción intensa de dependencia emocional, miedo, ansiedad.
Deja de etiquetar las emociones, algunas se van rápido otras tardan mas tiempo. Al igual hay que dejar ir el resultado.
Eliminar