CÓMO SANAR EL CUERPO EMOCIONAL Y LIBERAR EMOCIONES ATRAPADAS

 

Las emociones son la energía que mueve nuestra vida; todo el tiempo estamos sintiendo. Aunque no sean emociones muy intensas o de las que seamos muy conscientes, siempre hay una emoción dentro nuestro que está motivando nuestras acciones. Podría parecer como que muchas de las decisiones que tomamos no están influenciadas por una emoción sino que por “la objetividad” y la razón, pero esto es imposible. La realidad es que antes de ser seres racionales somos seres emocionales, y si bien no siempre la razón forma parte de nuestras acciones, las emociones sí. Todo lo que hacemos es influenciado por una emoción. Como hemos invertido la mayor parte de nuestros esfuerzos colectivos en comprender el exterior, no sabemos tanto acerca de los fenómenos internos, de lo que pasa dentro nuestro. Un buen lugar para comenzar, es comprendiendo la naturaleza energética de las emociones.


Aunque hemos usado a la lógica y a la razón para intentar comprender las emociones, estos medios no pueden darnos una explicación completa acerca del fenómeno que son las emociones. Los nombres que usamos para etiquetarlas, los lugares del cuerpo en donde las sentimos y las palabras con las que las describimos solo sirven para comunicar cómo sentimos la energía de las emocionas, pero no para tener un proceso emocional que nos permita dejar que las emociones sigan su curso natural dentro nuestro. Éste simplemente es aparecer, hacerse sentir para que la reconozcamos por medio de la atención mental, y después dejarla ir. El proceso que usualmente usamos es llenar esta experiencia de conceptos, etiquetas, y más cuestiones que solo nos hacen aferrarnos a las emociones y obstaculizar su proceso.


Para empezar, ¿de dónde vienen las emociones? Aunque las experimentamos en el cuerpo, éstas no son producidas por él. Las emociones son producidas desde el cuerpo emocional, que a su vez es parte del segundo chakra; ambos conforman nuestro cuerpo energético para el cual tengo una serie de publicaciones que puedes leer para saber más al respecto. En pocas palabras el cuerpo energético es la fuente de energía espiritual que le da vida al cuerpo físico. Como tal, las emociones pertenecen al dominio no lineal de la energía; esto quiere decir que no son algo que podamos abordar desde los métodos convencionales, que son la lógica, la razón, la causa y el efecto, etc. Para abordar las emociones exitosamente necesitamos hacerlo desde la perspectiva energética y espiritual que forman parte del mismo dominio de las emociones.


Este es un punto sumamente importante en el entendimiento de la naturaleza de las emociones: siempre que intentemos relacionarnos con ellas como si fueran un proceso lineal, en donde una cosa produce la siguiente –como un efecto dominó– no vamos a llevar un proceso emocional adecuado. Por ejemplo, si cada vez que nos sentimos enojados le atribuimos esta emoción a lo que sea que nos está pasando, caeremos en un círculo vicioso donde siempre vamos a dejar la forma en la que nos sentimos en manos de nuestras circunstancias de vida. Además, mientras más intentemos usar la razón para entender a la emoción, más vamos a impedir que fluya orgánicamente por nuestro cuerpo. Es necesario saber que las emociones no aparecen para ser razonadas sino para ser sentidas.


Tenemos mucha familiaridad con tener toda nuestra atención en el exterior y por eso queremos explicar lo que pasa en nuestro interior con los mismos términos y condiciones. Es tal la costumbre que si nos sentimos bien aseguramos que es porque las cosas externamente van bien, y si nos sentimos mal es porque van mal. Y para sostener esta creencia llegamos a extremos en los que si nos sentimos mal y aparentemente todo va bien, juramos que va a pasar algo malo. O peor aún: buscamos consciente o subconscientemente crear ahí afuera una situación que corresponda con cómo nos sentimos. Por eso hay veces en las que de la nada nos encontramos creando problemas en nuestras relaciones o buscando una persona o situación con la cual enojarnos. 


Todo esto daña al cuerpo emocional debido a que como mencioné: las emociones aparecen para que les demos nuestra atención y las sintamos. Pero si aparece una emoción y toda nuestra atención se la damos al exterior, a lo que sea que nos esté pasando, nuestro cuerpo emocional va a resentir esto. Imagina a un niño pequeño que quiere que lo veamos: mientras más lo ignoremos y veamos hacia otro lado, hará cosas cada vez más aparatosas hasta que le demos la atención que necesita. De la misma manera, mientras más ignoremos el proceso interno emocional, éste se va a volver más aparatoso hasta que no nos quede alternativa más que darle nuestra atención. La depresión, por ejemplo, es el cuerpo emocional gritando que hay una acumulación de tristeza que no hemos gestionado y que seguirá creciendo hasta que lo hagamos.


Es seguro afirmar que prácticamente todas las personas tenemos emociones no gestionadas atrapadas en el cuerpo emocional. De lo contrario, estaríamos en un estado de paz permanente. Creciendo en una sociedad en donde hasta hace poco comenzó a reconocerse la importancia de las emociones, muchos de nosotros aprendimos o a reprimirlas, o a vivirlas como si fueran un proceso lineal. Es decir, atribuyéndoles sus causas a las condiciones externas. Afortunadamente, ahora hay mucha información para entender la naturaleza de las emociones y para comenzar a liberar todas aquellas que estén atrapadas en nuestro cuerpo emocional. Uno de los primeros pasos en este proceso es reconocer que las emociones son algo que sucede dentro nuestro, a lo cual no siempre les vamos a encontrar una causa aparente, y que solo sintiéndolas es que se van a ir.


Para sentir las emociones hay que saber que, al ser energía, están divididas en las categorías de vibración baja y vibración elevada. Las emociones de vibración baja son las sensaciones negativas como el enojo o la tristeza. Quiero aclarar que me parece de vital importancia dejar de lado esa perspectiva absurda de que no hay emociones negativas. Sí que las hay y por eso las experimentamos como algo desagradable. En lugar de querer maquillar esto con la falsa idea de que no es algo negativo, hay que usarlo como un aviso de nuestro cuerpo energético que nos está diciendo que las emociones se están acumulando en él. Igualmente, hay que saber que nuestra vibración corresponde a nuestro estado emocional habitual. No por salir de vacaciones y tener nuevos estímulos con los cuales ignorar las emociones que hay en nuestro cuerpo emocional vamos a estar “vibrando alto”.


La manera más práctica de conectar con el cuerpo emocional y conocer su estado es poniéndole atención a cómo nos sentimos en el día a día. Si notamos que ya es parte de nuestra experiencia el sentirnos tristes, el enojarnos muy seguido, o por otro lado, que estamos buscando todo el tiempo algo que nos distraiga, como el alcohol, las drogas, la comida, los encuentros sexuales excesivos y demás adicciones, hemos de tomar esto como una alarma del cuerpo emocional. El sentirnos mal constantemente o el hacer mucho esfuerzo por evitar llevar nuestra atención a nuestro interior son las señales más claras de que necesitamos realizar un trabajo emocional. La calidad de nuestros pensamientos es otro indicador de nuestro estado interno: muchos pensamientos negativos indican muchas emociones negativas acumuladas que deben ser gestionadas.


Ahora que ya tenemos un contexto acerca de las emociones y el cuerpo emocional, te compartiré algunos métodos para liberar las emociones atrapadas. Primero, y como en todo proceso de sanación, está el reconocer y hablar de aquella emoción que tenemos atrapada dentro nuestro. El simple hecho de llevar nuestra atención mental al cuerpo emocional por medio de una conversación permite que la energía emocional atrapada comience a fluir. En dependencia de cuánto tiempo hayamos reprimido esta emoción será el tiempo de trabajo que hemos de hacer para liberarla. Por eso hay procesos psicoterapéuticos muy rápidos, mientras hay otros que toman más tiempo. Lo importante es no empezar este trabajo enfocándonos en la meta, sino en la mejoría que iremos sintiendo día con día cuando comencemos a expresar cómo nos sentimos.


Otra manera de liberar estas emociones atrapadas en el cuerpo emocional es la técnica de Dejar Ir del Dr. David Hawkins. En un video la explico a profundidad y te recomiendo ampliamente que lo veas. Intentando resumirla pero considerando que es una técnica tan profunda que es necesario tener el contexto que comparto en ese video, la técnica de dejar ir consiste en traer a nuestra mente consciente la emoción que estamos reprimiendo para sentirla. Normalmente, las emociones atrapadas se vuelven evidentes ya que están presentes en toda nuestra experiencia. Por ello, hacemos lo posible por no reconocerlas: nos llenamos de actividades que podrían ser claramente destructivas –como el embriagarnos o drogarnos– o que parecerían buenos hábitos –como hacer mucho ejercicio o trabajar mucho–. Con esta técnica, nos tomamos momentos para dejarlo todo, sentarnos a solas con esa emoción, y solo sentirla.


Toda emoción es una cantidad limitada de energía que se transformará en otra cosa cuando dejamos de aferrarnos a ella e impedir que fluya. Cuando nos decidimos a darle toda nuestra atención a lo que sentimos sin buscar culpables, causas ni relacionarnos con esta emoción desde la lógica y la razón, permitimos que lleve a cabo su proceso natural. Algunas actividades física como el yoga o el tapping también permiten una liberación emocional ya que el cuerpo físico tiene la capacidad de aferrarse a estas emociones. Trabajar en regular el Sistema Nervioso, tema para el cual también tengo un video muy explicativo, nos permite fortalecernos internamente para así tolerar cada vez más las descargas energéticas de la emoción estancada, con lo que permitiremos que salga más y más de ella hasta que esté totalmente liberada.


Por último, las terapias holísticas como la acupuntura y el biomagnetismo estimulan el flujo emocional. El tarot evolutivo y la terapia evolutiva energética –o el análisis y balanceo de chakras– son métodos que yo he utilizado con muchos consultantes exitosamente ya que permiten llevar la consciencia directamente a la raíz del problema. Hay veces en las que queremos evitar estas emociones estancadas a toda costa, por lo que preferimos dar vueltas alrededor de ella y así no abordarla directamente. En estas terapias alternativas, se va de manera directa y confrontativa al núcleo del problema, y así el proceso de liberación emocional podría acortarse y llevarse a cabo de manera más rápida. Sin importar qué método elijas, si te decides a liberar las emociones negativas a las que aún te aferras, ya has dado el paso más complicado y ya estás en el camino hacia la sanación emocional.

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