Por qué TODO es un CONSTRUCTO SOCIAL (1/3)


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Por qué TODO es un CONSTRUCTO SOCIAL (1/3)

Vivimos en una sociedad que está llena de reglas y protocolos. Hay cosas que se supone que DEBERÍAMOS hacer, tal como ir a la universidad, casarnos, tener un negocio, generar mucho dinero, cuidar de nuestros padres, etc. Pero, ¿qué pasa cuando empezamos a cuestionarnos POR QUÉ DEBERÍAMOS hacer todas estas cosas?

Algo de lo que no se suele hablar mucho a lo largo de nuestra formación es acerca de la LIBERTAD que TODOS tenemos para decidir hacer de nuestra vida lo que queramos. Claramente escuchamos que “podemos ser lo que queramos”, pero muchas veces esas opciones están limitadas a los caminos que la sociedad ya tiene predestinados para nosotros.

Todo el sistema está construido sobre los papeles que cada uno de nosotros se supone que deberíamos desempeñar. Uno de los constructos sociales más antiguos y absurdos es el que dice que los hombres deben trabajar y proveer dinero para la familia, la cual es procurada por las mujeres. Pero ahora, estamos viendo que las cosas no necesariamente deben ser así.

Cada vez vemos más mujeres que deciden ser ellas quienes trabajan y aportan el dinero a la familia, o que simplemente deciden no tener hijos. Uno de los más grandes cambios que estamos viendo en la estructura social es justamente este: la realización de que no tenemos que apegarnos a un rol asignado por la sociedad.

Otro ejemplo relacionado a los roles hombre-mujer es el matrimonio. Pienso que TODOS estamos familiarizados con este ejemplo: el hombre DEBE comprarle a la mujer un anillo, se lleva a cabo una ceremonia en la que la mujer ocupa un vestido que nunca más va a volver a ocupar, y se celebra la boda con una gran fiesta donde los invitados llevan regalos.

No estoy criticando nada de esto, cada quien es libre de hacer lo que quiera con su vida; mi punto es el siguiente: ¿por qué la mayoría de las personas hace esto? ¿por qué pasamos gran parte de nuestra vida siguiendo las hojas de ruta que tenemos disponibles más fácilmente? Obviamente funcionan, es un hecho que casarte y tener un buen trabajo no es algo malo.

Creo que muchos de nosotros en algún momento imaginamos que tendremos alguna de estas cosas que ya mencioné: un título universitario, un trabajo que nos deje mucho dinero, un matrimonio con un final feliz. Pero alguna vez te has preguntado: ¿qué pasaría si no tengo aquello que parece ser lo que todos quieren y lo que hace a todo mundo feliz?

La razón por la que no se nos suele recordar tan seguido nuestra libertad de hacer de nuestra vida lo que queramos y de la manera en la que nos plazca, misma razón por la que vivimos rodeados de constructos y protocolos sociales que a todos se nos motiva a seguir, es porque nosotros le servimos al sistema cuando nos adecuamos a su estructura.

El gran producto que el sistema nos ofrece es la felicidad. Si te gradúas de la universidad vas a poder conseguir un gran trabajo, con el cual podrás tener mucho poder adquisitivo, y así, volverte más atractivo para las personas, encontrar a la persona ideal para ti y tenerlo todo… esto promete hacerte feliz.

Todos por naturaleza vamos a inclinarnos hacia aquello que nos hace felices, y ninguno de nosotros nace sabiendo qué nos va a hacer felices a largo plazo. Las personas cambiamos todo el tiempo, eso es lo natural para nosotros, y parte de la estructura de la sociedad imposibilita que podamos cambiar fácilmente.

Un ejemplo de esto: tardamos entre 4 y 6 años en obtener un título, y más adelante para tener un puesto donde paguen muy bien te piden al menos 5 años de experiencia en determinada posición. Esto ya es un total de 10 años enfocándote en una sola de la infinidad de cosas que las personas podemos hacer. ¿Y si después de ese tiempo descubres que eso no es lo tuyo?

El sistema está construido de manera que las personas nos vayamos cerrando a las posibilidades de lo que podríamos hacer con nuestra vida y dependamos cada vez más de aquella única cosa en la que enfocamos la mayor parte de nuestro tiempo y energía. ¡Y es probable que estas actividades ni siquiera nos hagan auténticamente felices!

Y obviamente hay muchos casos de éxito que salieron de la norma de lo que se supone que deberíamos hacer. El problema es que muchos podemos llegar a pensar que esos casos son la excepción a la regla, que son casos contados, y que no podría pasarnos a nosotros. ¿Qué pensarías si te dijera que TODOS podemos salirnos del constructo social y ser felices?

Como ya mencioné, el producto que se nos ofrece a cambio de entregar todas las posibilidades que tenemos para hacer con nuestra vida, es la felicidad. Y entonces, cualquier otra ideología que nos ofrezca el mismo producto –la felicidad– va a estar en directa competencia con el sistema y el constructo social, por lo cual va a ser atacada y rechazada.

Hace algunos años la idea de la unión libre era algo impensable y aterrador; hoy hay más y más relaciones que se manejan así. La idea de no tener un título universitario significaba haber fracasado en la vida, pero ahora hay tantos casos de éxito de personas sin un título como de aquellas que sí lo tienen. No se trata de demeritar ni uno de los ejemplos, se trata de darse cuenta.

Si lo pensamos bien, ¿quién dijo cuál de las decisiones de qué hacer con nuestra vida es la correcta y la que nos dará la felicidad máxima? ¿dónde dice que TENEMOS QUE hacer las cosas de determinada manera o tenemos la infelicidad garantizada? Obviamente hay a quienes les funciona y los hace muy felices, lo cual está perfecto.

Sin embargo, es indispensable para ser felices el entendimiento de que no estamos OBLIGADOS a hacer las cosas de alguna manera determinada. Tenemos la libertad, y de hecho la obligación, de descubrir cuál es la verdadera felicidad para nosotros. Y lo mejor es que no hay respuestas incorrectas, siempre y cuando lo que decidamos no afecte directa y negativamente a un tercero. Entonces, lo que nos haga feliz está BIEN.

Y claro, hay muchísimas personas que decidieron seguir lo que las hacía felices y contra muchos pronósticos, ahora les va increíble. No obstante, muchos podemos pensar que esos son casos aislados y que no podría pasarnos a nosotros. Y esto es justamente el sistema haciéndonos creer desde pequeños que la felicidad no la encontraremos con otros “proveedores”, sino solo siguiendo su protocolo.

Absolutamente TODO lo que TODAS las personas pensemos que DEBE SER de cierta manera, no es más que una creencia socio-cultural. Te voy a compartir una historia como ejemplo...

Por último, debo decir que no intento hacerte pensar que hay un camino que esté bien y otro que esté mal. Toda decisión, como todo en la vida, va a traer sus pro’s y sus contra’s; se trata de tomar el camino que genuinamente nos haga felices, que le de significado a nuestra vida, y que logre hacernos sentir realizados.

Justamente a eso se le conoce como éxito. En la siguiente parte de este video voy a profundizar más en este tema, ya que una vez que empezamos a entender que todo es un constructo social y no tenemos ninguna obligación de qué hacer con nuestra vida, tenemos que reflexionar acerca de lo que realmente es el éxito para nosotros.

Te invito a ver el video que hice respecto a este tema en YouTube (https://youtu.be/nwkhyH7lLRM) y a seguir la cuenta de Instagram @mente.empoderada (https://www.instagram.com/mente.empoderada/) en donde diariamente publicaré afirmaciones positivas y ejercicios de visualización para ayudarte a cambiar tus creencias negativas. Gracias por tomarte el tiempo de leer. Recuerda que eres libre de decidir qué hacer con tu vida. Nos vemos la próxima semana.


Comentarios

  1. Hola buenas tardes , viendo el video y leyendo algo del blog me surgen algunas dudas , no se si pudieras orientarme con algún texto o algo que te haya echo ver lo que con tanta seguridad hablas , de ante mano muchas gracias , bonito dia :3

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