Por qué AFIRMAR y VISUALIZAR nos ayuda a MANIFESTAR (P3)


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Atracción y manifestación: Por qué AFIRMAR y VISUALIZAR nos ayuda a MANIFESTAR (P3)

Una vez más, se debe hacer hincapié en el hecho de que todo en el universo es energía. Las palabras y los pensamientos no son la excepción; de hecho, son una de las principales fuentes de energía que determinan cómo es nuestra vida. Hay un dicho muy cierto que dice “cuida tus pensamientos que se volverán tus palabras, que se volverán tus acciones, que se volverán tu destino”. Pero hay un trasfondo a este dicho.

Vamos a hablar primero acerca de los pensamientos. Muchos de nosotros podemos vivir pensando que nuestros pensamientos son privados y nadie más que nosotros los conocemos. Sin embargo, esto es un engaño. No solo son energía que permean todo nuestro campo energético, el cual todas las personas podemos sentir por medio de la intuición, sino que hay personas capaces de escuchar los pensamientos de los demás, ya que estos son como las palabras (que son sonido), pero vibran en una frecuencia diferente.

Al igual que hay luz que nuestros ojos no pueden ver, también hay “sonido” que nuestros oídos no pueden escuchar. Los pensamientos entran en esta categoría, ya que son energía que estamos emitiendo cada vez que los pensamos. Si viste las dos primeras partes de este curso de atracción y manifestación, ya debes saber y entender que toda la energía vibra en determinada frecuencia; la frecuencia baja es energía débil y viceversa.

Pues con todos y cada uno de nuestros pensamientos, estamos emitiendo y atrayendo energía. De ahí viene la necesidad de practicar la meditación todos los días, ya que ninguno de nosotros nace sabiendo cómo controlar su mente, y si todo el tiempo estamos perdidos en el pensamiento, no solo podemos estar atrayendo a nuestra vida de manera subconsciente, sino que estamos derrochando toda nuestra energía creadora.

Mientras menos pensamientos tenemos y nos volvemos más capaces de solo pensar en aquello que queremos atraer, podemos manifestar más rápido; esto es así porque en cada pensamiento emitimos un poco de energía, y cuando disminuimos la cantidad de pensamientos, entonces la cantidad de energía acumulada y lista para salir al universo y atraer energía similar, aumenta.

En el libro “La autobiografía de un Yogi”, el autor explica cómo conoció a muchos maestros iluminados que podían manifestar sus pensamientos al instante, ya que vivían permanentemente en el momento presente, sin pensar nada, y cuando decidían pensar en algo, lo manifestaban inmediatamente. Esto podía pasar ya sea si lo dijeran o lo imaginaran, ya que los pensamientos pueden venir en forma tanto de palabras como de imágenes.

Cuando imaginamos algo se le llama visualización. Ésta es muy útil a la hora de manifestar ya que una cualidad de la mente es que, a la hora de pensar, no puede distinguir entre lo que es real y lo que es falso. Si pensamos en un escenario negativo, nos sentimos ansiosos porque tu mente no sabe que es un escenario imaginario; para ella es real y todo el cuerpo reacciona en consecuencia. También al imaginar algo bueno, nos sentimos optimistas.

De esta manera, visualizar algo pasa de ser un pensamiento a ser parte de nuestro estado mental y emocional. Y esta energía con la que se carga nuestro cuerpo funciona para cumplir una de las funciones principales de la mente: ésta hace lo que cree que quieres que haga. Si tu te imaginas teniendo una crisis de pánico antes de hablar ante un público, tu mente cree que quieres que pase eso, luego entonces hace que todo el cuerpo se sienta nervioso, y así garantizará que pase lo que tú le hiciste creer que quieres que pase.

Por otro lado, si te visualizas dando esa misma exposición pero de una manera exitosa, con confianza en ti mismx y teniendo un gran desempeño, entonces tu mente va a preparar a tu cuerpo para hacer precisamente esto. De hecho, aquí podemos ver cómo los pensamientos se manifiestan en el estado corporal, y el cuerpo reacciona en consecuencia. Siempre nuestros pensamientos nos van a preparar para que los llevemos a cabo. Pensamientos positivos nos preparan para cosas buenas; pensamientos negativos, para cosas malas.

Cuando visualizamos aquello que queremos manifestar, nuestra mente empieza a prepararnos energéticamente para recibir la energía de aquello que visualizamos, y más adelante nos encontramos emitiendo y atrayendo energía similar a nuestro deseo. Pero es importante recordar: mientras más controlemos nuestra mente y nuestros pensamientos, tendremos más energía para manifestar. De lo contrario, nos encontraremos derrochándola y será más complicado que la podamos canalizar.

Y al igual que los pensamientos, las palabras o afirmaciones que decimos generan un profundo impacto en todo nuestro campo energético. La mente responde tanto a las palabras como a las imágenes. De la misma forma en que lo que visualizamos genera una respuesta inmediata en nosotros, lo que afirmamos también lo hace. Y a diferencia de las imágenes, las palabras pueden llegar a ser mucho más literales. Podemos imaginar un escenario negativo y sentirnos mal, pero si empezamos a afirmar que este escenario va a pasar, la reacción es aún más intensa.

De hecho, el proceso creativo se lleva a cabo de manera descendente a través del cuerpo energético. Primero tenemos una idea (séptimo chakra), luego la visualizamos (sexto chakra), luego la comunicamos (quinto chakra), y ahí empieza a volverse más real. Con el cuarto chakra la sentimos, con el tercero generamos la energía necesaria para trabajar en manifestar esta idea, con el segundo generamos movimiento para que las cosas pasen, y por último, con el primero traemos la idea al plano físico.

Explico esto ya que es muy importante reconocer el proceso e impacto que nuestros pensamientos y nuestras palabras tienen. Una vez que imaginamos y afirmamos algo, y comenzamos a sentirlo, ya no hay vuelta atrás. La emoción es la energía que nos mueve a todos, y en cuanto le asignamos una emoción a cualquier idea, ésta se vuelve mucho más poderosa, y el proceso de atracción y manifestación se vuelve exponencial.

En resumen: cada pensamiento que tengamos y cada palabra que decimos, van a generar una reacción en cadena dentro de nosotros. Tu mente va a tomar eso como una realidad o como una tarea que debe cumplir, por lo que va a preparar a tu cuerpo por medio de emociones para reaccionar ante esto. Tus emociones van a darle mucho más poder, al pensamiento y/o a las palabras, por lo que tu estado mental y emocional va a comenzar a vibrar o a emitir energía que vaya de acuerdo a esto que ahora estás sintiendo.

Más adelante, la energía del plano no manifestado va a empezar a ser atraída por ti como un imán. Vas a empezar llenar tu campo energético de esta energía, y se vuelve cuestión de tiempo; conforme más energía le des a este pensamiento o esta afirmación, entonces vas a acumular más energía que vibre en esa frecuencia en tu campo, y llegará un punto en el que habrá tanta, que el siguiente paso va a ser que se manifieste en el plano físico. El rol que nuestros pensamientos y palabras tienen en nuestra vida es enorme.

Ahora bien, hay una forma en la que podemos garantizar que todo lo que pensamos y decimos tenga mucho más energía de lo que usualmente tiene. Esto lo logramos, cuando emitimos esta energía a partir de los estados mentales y emocionales más poderosos. En estos estados, nos encontramos sintonizados con la energía universal creadora, las probabilidades de manifestar aumentan, y el tiempo de manifestación disminuye. Pero este es el tema del que hablaremos en la siguiente parte de este curso.



Te invito a ver el video que hice respecto a este tema en YouTube () y a seguir la cuenta de Instagram @mente.empoderada (https://www.instagram.com/mente.empoderada/) en donde diariamente publicaré afirmaciones positivas y ejercicios de visualización para ayudarte a cambiar tus creencias negativas. Gracias por tomarte el tiempo de leer. Recuerda que eres libre de decidir qué hacer con tu vida. Nos vemos la próxima semana.


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