QUÉ ES LA DUALIDAD y POR QUÉ NOS PERJUDICA

Tal vez hayas escuchado antes el concepto de “dualidad”; éste se refiere a la perspectiva que muchas personas podemos tener de la vida. La dualidad son dos polos opuestos: sí y no, blanco y negro, bueno y malo. Desde hace cientos de miles de años, cuando la humanidad seguía en un nivel evolutivo muy bajo, nuestra forma de comunicarnos era muy básica. Por ello, nuestras raíces de comunicación y comprensión están basadas en la dualidad. En los inicios, la comunicación era muy básica, y solo nos relacionábamos conceptos duales. Además, en este planeta también gobierna una dualidad por las horas de luz y de oscuridad. Antes se le atribuía la seguridad y el bienestar al día, mientras que en la noche había peligro e incertidumbre.

Todo esto solo lo explico para tener un contexto de cómo es que la dualidad ha regido nuestras vidas desde tiempos inmemoriales. Incluso esta visión de que el día es seguro y la noche no lo es sigue estando vigente en la mente de muchas personas. Solía ser muy útil razonar solo teniendo en mente dos opciones debido a que así podíamos tomar decisiones sin tener que pensar mucho en ello. Pero en la evolución de la mente o el espíritu, vivir desde una postura de dualidad se vuelve contraproducente debido a que perdemos la capacidad de ver la imagen completa. Todos conocemos (o tal vez somos) a una persona muy radical, que vive con una postura de “o es blanco, o es negro”, sin tener la disposición de considerar una opción en medio.


La dualidad se vuelve contraproducente en un momento de nuestra evolución debido a que nos limita y nos condiciona a tan solo dos opciones. O estoy bien, o estoy mal; o algo es bueno, o es malo; o alguien nos parece agradable, o nos parece desagradable. Casi nada en la vida es tan polar, debido a que vivimos en un sistema complejo que está compuesto por muchas partes. Luego entonces, pensar que podemos decidir de una forma muy polar, viviendo en un sistema complejo, nos hace daño debido a que lo más probable es que perderemos de vista muchos detalles dignos a considerar. Tengo un ejemplo con el cual creo que va a quedar más claro el por qué la dualidad nos hace daño.


¿Por qué es tan perjudicial?


Imaginemos a una rata saliendo de una alcantarilla. La primer reacción que podríamos tener es de asco, al ver que sale toda sucia, manchada de todos los desperdicios de los desagües, probablemente portando alguna enfermedad. La perspectiva de dualidad hará que inmediatamente sintamos rechazo hacia la rata, porque desde esa perspectiva, o aceptamos o rechazamos las cosas. Pero si analizamos este escenario desde una postura de no dualidad, nos podemos dar cuenta de que nuestro rechazo es hacia las condiciones actuales de la rata. Podemos rechazar la suciedad, la enfermedad, la falta de higiene, etc., pero nuestro rechazo NO ES hacia la rata. Rechazamos algunas partes de ella, pero no su esencia.


Y pongo este ejemplo debido a que el mayor daño que nos hace la dualidad, es que así como unas personas pueden rechazar a la rata, también rechazan a otras personas. Existe un sinfín de prejuicios hacia la gente: por su religión, por su color de piel, por su complexión física, por su orientación sexual, por su identidad de género, etc. Y lo peor de todo esto (que ya es muy malo en sí mismo), es que la gente percibe estas características desde una perspectiva dual. Es decir, rechazan por completo a una persona porque no logran ver más allá de las cualidades con las que no están de acuerdo. Entonces, van por la vida rechazando a quienes tienen uno o dos de los rasgos que les desagradan, perdiendo de vista que las personas, al igual que la vida, somos sistemas complejos.


De la misma manera, la perspectiva de dualidad nos somete intensamente a seguir aferrados a sistemas de creencias que tal vez no son positivos. Todos tenemos creencias acerca de lo que es bueno y lo que no lo es, pero si observamos esas creencias desde la dualidad, nos cerramos herméticamente y somos incapaces de cuestionar y cambiar nuestras perspectivas. Por una experiencia negativa, uno puede generar la creencia de que alguna situación es mala. Visto desde la dualidad, cada vez que se nos presente esa misma situación, vamos a rechazarla inmediatamente. Pero cuando la vemos desde la no dualidad, podemos pensar “tal vez esa situación no es tan mala como solía pensar, voy a darle una oportunidad más”.


Tengo una lista de publicaciones en donde hablo acerca de varios temas, así como la salud, el dinero y las relaciones, y explico cómo el ver cualquier área de nuestra vida desde la dualidad, limita nuestro desarrollo en esa área y nos mantiene sometidos a irnos a los extremos. Repito: prácticamente nada en la vida es tan polar. Las situaciones muy rara vez se presentan o como blanco, o como negro. Y si insistimos en ver las cosas tan radicalmente, creyendo o que están bien o que están mal, estaremos construyendo para nosotros una vida llena de disgustos, puesto que no vivimos en un universo dual. Aferrarnos a la dualidad hace que nos perdamos de la mayoría de la imagen completa.


La imagen completa de la no-dualidad


Es por eso que en la vida, el todo es mayor que la suma de sus partes. Volvamos al ejemplo de la rata: las partes de la rata en el momento que sale de la alcantarilla son suciedad y enfermedad. Pero si la veo como un todo, como un ser vivo que al igual que todo ser vivo tiene su función, y que si llegara a faltar se perdería el equilibrio y el orden natural de las cosas, todo cambia. Tenemos que desarrollar una postura no dual de la vida, en donde seamos capaces de ver la imagen completa y no perdernos en los detalles que, usualmente, nos dicen muy poco acerca de el contexto. La dualidad se enfoca en el contenido, en un solo punto, en una sola parte; el contexto busca ver la totalidad del escenario para poder comprenderlo mejor.


Pondré un último ejemplo para que quede lo más claro posible: el típico caso del bully en la escuela. Esa persona que todo el tiempo estaba acosando a los demás. El contenido sería quedarnos con “esa persona está jodiendo todo el tiempo, entonces la rechazo por completo”. El contexto sería: “esa persona está viviendo una situación tan desagradable dentro de sí misma, que la única forma de sentirse mejor es haciendo a los demás sentir mal”. Pienso que está muy claro: nada es o bueno o malo. Absolutamente todo tiene un contexto que si nos detenemos a analizar antes de emitir un juicio, podremos generar estados mentales virtuosos como de compasión o empatía, en lugar de sentir odio o resentimiento. 

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