Este momento del año es increíble puesto que no solo se termina un año y comienza otro, abriéndonos la puerta de un sinfín de posibilidades, sino que también la energía colectiva de tener cambios positivos en nuestra vida promueve que toda persona tenga mayor facilidad en manifestar sus deseos o propósitos. Es por eso que es de suma importancia el saber cómo aprovechar esta energía colectiva que está en todo el mundo: de hacerlo correctamente, tendremos un “extra” de energía para crear la realidad que deseamos.
Tal vez algunos de ustedes sepan que mientras más personas estén al mismo tiempo reuniéndose (ya sea mental o físicamente) con una intención similar, el poder de esa intención aumenta exponencialmente. Y aunque todas las personas tengamos propósitos diferentes para el nuevo año, sí tenemos una intención en común: hacer todo lo posible por crear ese cambio que deseamos en nuestra vidas. Que todas las personas estemos en la misma frecuencia de tener la intención de crear cambios positivos en nuestra vida es un evento que no debemos desaprovechar.
Les voy a compartir algunos tips para ayudarles en la manifestación de sus deseos, contándoles rápidamente mi experiencia este año y cómo pude cumplir casi todo lo que me propuse haciendo las recomendaciones que les voy a dar. De todos mis propósitos hubieron tres en específico que me dejaron muy claro que como la intención de esos propósitos era muy genuina, el universo o La Divinidad o Dios –como sea que quieras llamarle– me abrió todos los caminos para cumplir estos propósitos.
Contaré en orden cómo fueron dándose las cosas para que pudiera cumplir estos propósitos: primero, tenía el propósito de encontrar a un guía espiritual que me ayudara en este camino que estoy recorriendo. Pasaron tan solo dos semanas del 2020, y una tarde estaba tomando un té con mi hermana en un establecimiento local, cuando repentinamente el dueño nos invitó a una clase de meditación impartida por una monja budista. Sin dudarlo le pedimos que nos inscribiera, y desde ese día hasta la fecha, hemos tomado esa clase la enseñanza de la semana y la meditación.
No voy a profundizar mucho en esto puesto que no es el objetivo de la publicación, pero sí compartiré que estas clases están abiertas a todo el mundo, cuestan 75 pesos mexicanos que se traducirían a unos 4 dólares estadounidenses, y es una clase de hora y media en donde se nos dan enseñanzas budistas para tener una mente más pacífica y una vida más feliz, y después meditamos en ellas. Pondré el link al sitio oficial de esta comunidad Budista, que es internacional y tiene centros de meditación por todo el mundo, para quienes estén interesadxs.
En este momento puedo dar el primer tip para manifestar tus deseos o propósitos de año nuevo: tener total claridad de qué quieres. Podemos querer, por ejemplo, aprender un nuevo idioma. Esto es muy bueno, pero tener un deseo con mucha ambigüedad o dejarlo muy abierto a que el universo decida por nosotros, suele frustrar la realización de este propósito. Debes saber con certeza qué idioma es el que quieres aprender; mientras más claramente veamos las cosas desde el ojo de nuestra mente o nuestro tercer ojo, más estamos canalizando la energía para crear eso que deseamos.
El segundo propósito era poder comenzar mi formación como sanador holístico: a mí una sanadora me ayudo a cambiar mi vida, y por ello nació en mi el deseo de también volverme sanador y ayudar a las personas. Todavía no terminaba el mes de Enero cuando una amiga, sin saber que yo tenía ese propósito porque no se lo había contado a nadie, me invitó a un curso para volvernos lectores de Registros Akáshicos. Obviamente, acepté también sin pensarlo dos veces; tomamos el curso, aprendimos muchísimo, y fue de las mejores experiencias de este año.
El segundo tip que compartiré para manifestar tus propósitos es saber cuál es la intención detrás de lo que deseas, y procurar que sea una intención virtuosa. Tú puedes desear, por ejemplo, salir de vacaciones este año. Pero si tu intención es irte porque no soportas el lugar en el que estás y quieres alejarte de todo y de todos, entonces tu propósito no está motivado por emociones positivas, que tal vez vendrían de querer viajar para conocer otros lugar o aprender la cultura de otra gente, sino por emociones negativas de no aceptar tus circunstancias actuales incondicionalmente, o de no ser paciente con quienes te rodean.
El tercer y último propósito del que hablaré en esta publicación, el cual se manifestó de una forma increíble, era el de escribir un libro. Esto es algo que yo quería hacer desde hace mucho tiempo, y finalmente este año me decidí a hacerlo. Comencé escribiendo algo a lo que no le estaba dedicando tanto tiempo ni energía como lo debí hacer (ya que supuestamente quería escribir un libro), pero al menos ya había comenzado, lo cual fue muy bueno porque ya había dado un paso en la dirección correcta.
Un día en la noche ya estaba por dormir después de meditar; quienes mediten, sabrán que terminando una sesión de meditación la mente está muy apacible y con muy pocos pensamientos. Yo no estaba en un humor creativo pues ya iba a dormirme, y se me vino repentinamente a la cabeza una idea de una historia, y junto con ella llegó también un sentimiento de certeza de que iba a escribirla algún día. Lo dejé pasar y me dormí, y justo al día siguiente, la librería más famosa de México –Librerías Gandhi– anunció la convocatoria a un concurso de escritura.
Fue muy chistoso porque yo estaba escribiendo una publicación más científica por así decirlo, y el concurso era para novelas, y la idea que me llegó una noche antes era precisamente para una novela. Lo mejor de todo es que el concurso tenía una fecha límite de entrega, así que de alguna forma me vi presionado a trabajar y a no dejar ese proyecto de lado –como ya lo había hecho en años pasados– y pude así lograr uno de los sueños que tenía desde hace muchos años: escribir un libro.
Desafortunadamente no gané el concurso, pero no solo me dio la oportunidad de cumplir uno de mis sueños y propósitos, sino que también me dio el aprendizaje del tercer y último tip que compartiré para manifestar tus deseos: mantener la confianza de que hay un diseño inteligente conspirando a tu favor y mantenerte alerta a las señales. Si nos tomamos un momento para analizar nuestra vida, podremos encontrar que literalmente nada pasa en vano o porque sí. Todo tiene una razón de ser, y si bien en el momento puede que no lo veamos, es seguro que más adelante lo haremos si buscamos humildemente la razón de que algo haya (o no) pasado.
Tras este reconocimiento del diseño inteligente y perfecto que tiene el universo, llega la claridad de mantenernos todo el tiempo alerta a las señales del universo. Hay un dicho que dice “hay un mensaje en todo, si te permites escuchar”: probablemente logres lo que te propongas sin tener que confiar en la existencia de una inteligencia superior con un plan perfecto para toda persona. Sin embargo, trabajar así es mucho más desgastante que simplemente fluir con la corriente, e ir abriéndonos y permitiéndonos dejar que la vida nos ayude a crear nuestra realidad más elevada.
Obviamente, de la mano con estos tres tips, viene la necesidad de siempre tener total disposición de hacer lo que sea necesario para llegar a donde queremos llegar. Es casi un hecho que tendremos que salir de nuestra zona de confort, que tendremos que hacer cosas que preferiríamos no hacer: levantarnos más temprano o trabajar en nuestro día de descanso. Pero el universo siempre hará su parte de abrirnos los caminos, si ve que estamos haciendo nuestra parte de salir a buscarlos y recorrerlos.
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