LAS EDADES DEL ALMA

 


El alma o espíritu, la fuerza de vida que le da energía al cuerpo, es energía que no se puede crear ni destruir, solo transformar. Desde hace eones de tiempo, toda alma ha recorrido un largo camino, de vida en vida, en el cual ha adquirido mucho del aprendizaje necesario para su evolución. Sin embargo, la edad del alma no se mide en términos de años, como estamos acostumbrados a hacerlo en la vida humana, sino que se mide en términos de encarnaciones y aprendizaje. Puede que un alma “joven” tenga la oportunidad de aprender mucho en una única vida, tal como es el caso de la vida humana, y que como lo explica Buda, que en una vida adquiera el aprendizaje de 10, 50 o 100 vidas.

Cuando se dice que alguien es un alma vieja, no quiere decir que es un alma que lleva existiendo más tiempo que un alma joven, puesto que toda la energía que compone a todas las almas no se ha creado ni destruido, sino que siempre ha existido. Lo que tener un alma vieja significa es que esa alma está más familiarizada con el hecho de estar en un cuerpo y en una dimensión como la que experimentamos en la Tierra. En la Escala del Nivel de Conciencia, el Dr. David Hawkins explica cómo es el progreso evolutivo del espíritu; se podría decir que los espíritus –o las almas– que vibran más rápido y que están en los niveles superiores, son las almas más viejas.

El camino que recorre el alma comienza cuando “se separa” por así decirlo (aunque en realidad nunca estamos completamente separados) de La Fuente o de Dios, tiene incontables vidas y experiencias, y culmina cuando ha alcanzado la iluminación espiritual y regresa a La Fuente. Existen ciertos rasgos que son propios de un alma muy joven o una muy vieja, habiendo un total de cinco “edades del alma”, las cuales explicaré en este video. La primer etapa en la vida del alma es el alma “recién nacida”. Esta alma tiene muy poca o nula experiencia en el plano físico, por lo que le cuesta trabajo sobrevivir en él, y busca vivir experiencias muy intensas para familiarizarse con las sensaciones física más radicales.

Tiende a ser hostil con los demás, debido a que se deja llevar por las tendencias animales de la naturaleza humana. Se preocupa solo por sí misma y por la satisfacción inmediata, sin importar las consecuencias. Debo dejar claro que ninguna edad del alma es mejor que otra; y cada una tiene las experiencias que son las mejores para su evolución. El aprendizaje del alma recién nacida está principalmente basado en el sufrimiento, y hasta que se vuelve consciente de que hay otra forma de aprender, es que evoluciona y se vuelve un alma “bebé”. El alma bebé ya está mas acostumbrada a la vida en un cuerpo, pero aún no tiene claro cómo funcionan muchas cosas, por lo que tiende a dejarse guiar por personas que asumen un rol de poder o de liderazgo.

Suele ser un alma que trata de apegarse fielmente al status quo y de hacer lo que ve que todas las personas en su entorno hacen, ya que aún no sabe tanto de lo que es la vida en un cuerpo y
necesita una referencia para saber cómo actuar. Les gusta acatarse a las reglas y a las leyes sin cuestionarlas puesto que así sienten más seguridad y control sobre su vida, lo cual puede ser un poco perjudicial cuando deben confrontar sus propias creencias. Como les gusta tener una estructura muy clara y definida, les cuesta trabajo cuestionarse a sí mismas, y como la mayoría de las creencias las adquirimos en los primeros años de vida, pueden tener dificultad al desarrollar un juicio propio. Así, pueden someterse con tal de evitar el conflicto, y viven en la dualidad que les dice que las cosas o están bien, o están mal.

Hasta que se logra trascender este modo de vida de ver las cosas de una forma muy polar, de dejarse llevar por lo que los demás digan, y de someterse a la autoridad con tal de evitar la confrontación, es que pueden evolucionar a un alma “joven”. La gran diferencia de esta alma con las almas recién nacidas y bebés, es que el alma joven tiende a tener destellos de una visión de la vida desde la cuarta dimensión. En la publicación que tengo acerca de “La consciencia de 3D, 4D y 5D” explico a profundidad la diferencia entre ellas, y te recomiendo que la leas. La visión de la tercera dimensión nos hace sentirnos víctimas del mundo al verlo como algo ajeno a nosotros, mientras que en la cuarta dimensión reconocemos nuestro poder para crear nuestra propia realidad.

Como el alma joven reconoce su poder creador para manifestar la realidad que desea, busca mucha independencia y visualiza su misión de vida con base en sus verdaderos deseos e intenciones, en lugar de hacer lo que le han dicho que se supone que debería hacer. Como ya no están tan involucrados con el mundo externo, tienden a ser un poco más reflexivos respecto a temas como qué pasará después de la muerte. Tienen esta energía jovial que distingue a los jóvenes, y tiene muchas ganas de obtener logros terrenales, así como el poder, la fama y la fortuna. El mayor reto que esta alma enfrenta es el desapegarse del mundo exterior, puesto que piensa que la mejor forma en la que puede invertir su vida es creando riquezas exteriores.

Cuando el alma joven ha logrado aprender a desapegarse de lo terrenal, siendo consciente de su capacidad para crear la realidad que desea, se vuelve un alma madura. El alma madura tiene desarrollada completamente la consciencia de la cuarta dimensión, con tendencias a evolucionar hacia la quinta. De hecho, esta es una de sus principales motivaciones, puesto que una cualidad del alma madura es que comienza a descubrir su naturaleza espiritual. Como ya ha tenido mucho aprendizaje habitando un cuerpo, está familiarizada con todos los logros externos, y ya no tiene tanto interés en obtenerlos. En lugar de eso, busca los logros internos que vienen del desarrollo espiritual, siendo una etapa algo retadora puesto que el ego comienza a trascenderse y se va dejando atrás la identificación con lo físico.

Es propio de la consciencia de la cuarta dimensión –que tienen las almas maduras– dejar de lado la obsesión con uno mismo, y comenzar a buscar el bienestar de los demás. La percepción de dualidad y separación con los demás, en donde vemos a las personas como entes ajenos a nosotros, empieza a desaparecer. Se va perdiendo de vista en dónde empieza la felicidad del otro y dónde termina la propia, puesto que ahora se ve a la humanidad como un todo y se entiende que el hecho de que el bienestar de una sola persona, aporta algo positivo a toda la humanidad. Las almas maduras pueden tener una tendencia a buscar sanar todo el trauma
transgeneracional de todos sus ancestros, teniendo un gran reto, puesto es esta alma la que le pone fin a los patrones negativos que se suelen heredar.

Cuando el alma madura ha aprendido su mayor lección: las relaciones con los demás, logra evolucionar a la última edad del alma, que es el alma vieja. Como esta alma ya aprendió casi todas las lecciones físicas que se adquieren en un cuerpo, se enfoca específicamente en las lecciones espirituales. Busca actuar siempre a partir del entendimiento holístico de que toda persona es parte de un todo y no un ente separado, por lo que se dedica a hacer algo en donde aporte algo a los demás. El alma vieja suele guiarse por sus propias reglas sin importar las opiniones de los demás, ya que reconoce totalmente que lo que haga con su vida es asunto suyo. La consciencia de la quinta dimensión, o la iluminación espiritual, son la motivación de todas las acciones emprendidas por un alma vieja.

La búsqueda de la verdad espiritual es su razón de existir, y por eso aquello a lo que decida dedicarse suele percibirse como “raro” para las almas más jóvenes, puesto que ya no busca logros terrenales como fama o dinero, sino que solo busca logros espirituales. Suelen buscar la forma de ayudar a las almas más jóvenes a comprender su naturaleza espiritual, como fue el caso de Jesús o de Buda. Antes de terminar su ciclo de vida y de regresar a La Fuente, intenta transmitir todo su conocimiento y aprendizaje para que así, el todo se vea beneficiado de su experiencia, y la evolución espiritual siga avanzando. ¿Qué clase de alma eres tú? ¿Te identificaste con alguna de estas edades del alma? Te invito a que compartas en los comentarios con qué edad del alma sientes mayor afinidad.

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