El concepto “manifestación” se ha popularizado mucho, así como algunas técnicas –como la ley de la atracción– para lograr manifestar o crear algo en nuestra realidad. Naturalmente, todas las personas quisiéramos tener la capacidad de cumplir nuestros deseos de forma instantánea. Y si bien esto no es posible en nuestra condición de seres humanos, sí es posible ir poco a poco co-creando nuestra realidad. Para hacerlo, hay una serie de términos y condiciones que necesitamos saber para así realmente ser conscientes de aquello que estamos creando. Esto es de lo primero que quiero hablarte en esta publicación: las “advertencias” de nuestro poder creador, para que así lo usemos de manera responsable.
Para manifestar cualquier cosa es necesario que se reúnan dos factores: las causas y las condiciones para ello. Por ejemplo, para manifestar una fruta, se necesita la causa –la semilla– y las condiciones, que serían todas las variables involucradas en el proceso de crecimiento, maduración y florecimiento de la planta que dará la fruta que deseamos. De la misma manera, necesitamos causas y condiciones para crear cualquier cosa en nuestra vida. Antes de comenzar cualquier proceso creativo, es importante hacerlo con el entendimiento de que así como una semilla no florece y da frutos de la noche a la mañana, para manifestar exitosamente es indispensable reunir las causas y condiciones para ello.
Todas las personas hemos creado infinidad de causas –o sembrado infinidad de semillas– a lo largo de esta vida y de todas nuestras vidas pasadas. Esto lo explico a profundidad en la publicación que tengo acerca de la ley del karma. Por ejemplo: una persona que se gana la lotería aparentemente solo tiene “buena suerte”, pero en realidad esto es el fruto de incontables semillas que sembró en el pasado. Entonces, para poder garantizar nuestro bienestar del futuro hemos de comenzar a sembrar las semillas que queremos cosechar desde el presente. Esto es precisamente a lo que se le llama mindfulness: la atención plena en las acciones que hacemos aquí y ahora para no cosechar frutos indeseables y amargos.
Hay ocasiones en las que parece ser que, aunque hagamos todas las recomendaciones que se nos dan para manifestar algo, esto no sucede. E igualmente, las hay en las que a pesar de estar actuando con un buen corazón, los resultados de nuestras acciones son opuestos a lo que deseábamos. Debemos saber que, cuando esto sucede, no hemos perdido el tiempo ni desperdiciado nuestra energía. Simplemente, sembramos una semilla que antes no habíamos sembrado y por eso no pudo madurar. Así que si se te está dificultando crear algo en tu vida no creas que estás haciendo las cosas mal. Solo recuerda que parte del proceso creativo es reunir causas y condiciones y que, si no se ha manifestado, es necesario seguir creándolas.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando sí teníamos semillas de aquel deseo que queremos manifestar? Hagamos de cuenta que a lo largo de 10 vidas sembraste y cuidaste una semilla de algo que en esta vida, al disponer las condiciones adecuadas –de las cuales hablaremos más adelante– maduró y dio frutos. Obviamente esto nos va a dar mucho gusto y vamos a disfrutar mucho de ello, pero hay que ser sumamente sabios de no dejar a nuestro Yo del futuro sin ninguna semilla positiva por estar absortos con los frutos que cosechamos en esta vida. Este es un punto que no suele tocarse al hablar de la ley de la atracción –por ejemplo– ya que no nos suena atractiva la idea de que disfrutar ahora de algo es comer el fruto de una semilla que puede desaparecer más adelante.
Así como cuando a un árbol se le han agotado todos sus frutos y si no sembramos sus semillas dicha fruta se extinguirá, igualmente si agotamos nuestras semillas kármicas de acciones positivas del pasado en esta vida, en el futuro no tendremos nada bueno por cosechar. Esta es la principal advertencia que quiero hacerte antes de pasar a hablar acerca de técnicas de manifestación: solo cuando manifestamos algo con un deseo virtuoso, en donde no solo nos beneficiemos a nosotros sino también a los demás, es que plantamos más semillas de aquel fruto que ahora disfrutamos. De lo contrario, seremos como un animal que a pesar de que sabe que tiene que prepararse para hibernar, no lo hace por dejarse llevar por los placeres del momento y, al llegar la hibernación, se encuentra sin ningún preparativo.
Primer método: la meditación
Ahora que eres consciente de que manifestar no es arte de magia sino que es disfrutar de los frutos de algo que tu yo del pasado sembró y que lo más sensato sería sembrar nuevamente acciones positivas para tu yo del futuro, hablemos de la primera técnica de manifestación: la meditación. La meditación nos ayuda a relajarnos y sentirnos mejor, pero su objetivo es transformar nuestra mente para así manifestar lo que deseamos. Se sabe que el primer paso en toda manifestación es el pensamiento. Normalmente, tenemos una mente muy descontrolada que tiene alrededor de 60,000 pensamientos al día. La meditación es para aprender a reducir este número de pensamientos para así aprovechar la energía mental.
Si bien nuestra energía mental es infinita, esta vida no lo es. Por ello, hay que aprovechar cada instante sabiendo enfocar la energía mental en pensamientos que nos permitan crear el presente y el futuro que deseamos. Gracias a la meditación podemos hacer esto: aprender a reducir el número de pensamientos que tenemos en el día, y a darle nuestra atención y concentración solo a aquellos que queremos volver una realidad. Hasta que seamos capaces de esto es que comenzaremos a crear conscientemente nuestra vida. Podemos obrar un sinfín de acciones en el mundo externo, pero si internamente estamos saltando de un objetivo a otro, nos será sumamente complicado manifestar cualquier cosa.
Solo con la meditación continua y aprendiendo a mantener un solo pensamiento en la mente es que nuestra vibración va a comenzar a sintonizar con aquella de lo que deseamos crear. Y solo así es que vamos a estar disponiendo las condiciones para que las causas –en caso de que las hayamos creado en el pasado– florezcan. De lo contrario, estamos creando las causas para que en el futuro nuestro deseo se vuelva una realidad. Para ayudarte con esta parte de la manifestación, tengo meditaciones guiadas diseñadas especialmente con este objetivo: cambiar la forma limitada de pensar por una abundante y capaz de concentrarse únicamente en lo que se desea manifestar. La liga para acceder a ellas…
Segundo método: la visualización
La siguiente técnica para manifestar es la visualización. Los pensamientos nos permiten comenzar a crear algo a nivel energético, pero esta creación no tiene forma. La primera forma que hemos de darle a un pensamiento para así empezar a traerlo al plano de lo manifiesto es la forma de una imagen mental. Por medio de la visualización –o imaginación– es que podemos pasar de lo abstracto a algo más real. Supongamos que quieres manifestar un trabajo: una vez que hayas pensado cuáles son las características de este trabajo que deseas, el siguiente paso sería imaginar cómo sería. ¿Cómo se ve la oficina o el lugar donde trabajarías? ¿Cómo te ves tú ejerciendo este trabajo? ¿Cuáles serían tus actividades diarias?
Mientras más detalles seamos capaces de imaginar o visualizar, más forma empezamos a darle y así la energía deja de ser tan ambigua y empieza a concretarse. En la medida en la que más tiempo seamos capaces de sentarnos a solas con esta imagen mental de lo que deseamos, más energía estamos canalizando en este proyecto, y esto a su vez hace que se comience a materializar. Una vez más, hemos de hacerlo con el entendimiento de que si no tenemos causas o semillas kármicas creadas en el pasado, las estaremos creando en el presente, y eso puede prolongar el proceso de manifestación. Hay que tener mucha paciencia y ser perseverantes para lograr cualquier cosa que realmente deseemos.
Si somos capaces de hacer un dibujo acerca de lo que deseamos manifestar, o imprimir imágenes y pegarlas en nuestro espacio para que así se nos facilite tener la imagen mental constantemente de nuestro propósito o deseo, será sumamente útil. El ver con nuestros ojos este deseo hace que pase de ser una simple fantasía en nuestra mente a una potencial realidad. Algo que obstaculiza el proceso creativo es la falta de fe, entonces, si vemos a menudo lo que queremos crear, ya no será algo tan improbable ni solo pensamientos sin forma, sino algo que realmente creemos que podemos crear.
Tercer método: las afirmaciones
El último método que compartiré en esta publicación es el de las afirmaciones positivas. Éstas han ganado mucha fama pero también se han considerado como un fraude ya que hay muchas personas que las usan pero no experimentan sus efectos. Esto es porque podemos afirmar miles de cosas, pero si no somos capaces de mantener estos pensamientos en la mente sin saltar de un pensamiento a otro, o si no podemos generar una imagen mental clara de cómo se verían en nuestra vida las afirmaciones que hacemos, difícilmente podremos manifestarlas.
Por medio de las afirmaciones damos pie, primero, a la reprogramación subconsciente. Las personas aprendemos por medio de la repetición, y si tal vez no tenemos las condiciones de visualizar constantemente, sí que podemos hacer decretos o afirmaciones. Así, comenzamos a cambiarnos desde adentro poco a poco, con lo cual nuestra mente de forma natural comenzará a pensar según aquello que decretamos. También, podremos ir removiendo los obstáculos internos –en forma de creencias negativas o contradictorias a lo que deseamos– y de esta manera permitir el flujo de energía desde el plano no manifiesto hasta el plano físico. Esto es indispensable para crear cualquier cosa de forma consciente.
Pero hay más…
Si bien te he compartido tres de las técnicas más famosas para manifestar, es importante saber que hay muchas más y que todas las personas contamos con la energía para seguir un proceso creativo consciente y así manifestar lo que deseemos. Para ello, he creado un curso totalmente gratuito que comienza a difundirse vía correo electrónico el próximo Lunes 13 de Diciembre. Fijé esta fecha para acompañarte en el proceso creativo de tu deseo o propósito de 2022; los cupos son limitados y las inscripciones cierran el Domingo 12, por lo que si te interesa te invito a que te inscribas a la brevedad. Más adelante volveré a habilitarlo y compartirlo, pero la primera edición de este curso comenzará en la fecha mencionada.
Comentarios
Publicar un comentario