Antes de empezar, quiero compartir que este es mi tema favorito. Si estás leyendo esto, asumo que es porque ya leíste la primera parte y la segunda. De no ser así, te pido/recomiendo que las leas antes, ya que es necesario entender algunos puntos explicados ahí para entender bien lo que se hablará aquí.
¿Conciencia o consciencia? Eso es lo primero que debe quedar claro. Consciencia se refiere al hecho estar en nuestros 5 sentidos, de saber plenamente qué está pasando. En inglés es awareness, que viene de la palabra aware, la cual se puede traducir a darse cuenta, estar enterado o estar al tanto. Por eso, la palabra inconsciente viene de consciencia/awareness, porque no estamos percibiendo nada.
Por otro lado, la conciencia es esa parte de nosotros que experimenta la vida; también se conoce como el alma. La conciencia está más de la mano con cuestiones morales, filosóficas y religiosas. Ésta, es la que nos permite saber cuando algo está bien o mal, y es la parte de nosotros que va a determinar cómo vemos al mundo y vivimos nuestra vida. Existen distintos niveles de conciencia, y conforme ascendemos en la escala, la experiencia de vida mejora.
El Dr. David Hawkins es el creador de la Escala de Nivel de Conciencia, en la cual explica los distintos niveles que se pueden experimentar. Para cada nivel de conciencia, existe una visión del mundo completamente diferente. Recordemos que no existe una realidad “objetiva”, todos vivimos realidades subjetivas, las cuales están completamente sujetas a nuestro nivel de conciencia. Se podría decir que son los lentes con los que vemos y experimentamos la vida.
Escala de Nivel de Conciencia
Como podemos ver en la escala, conforme vamos incrementando nuestro nivel de conciencia, ésta se expande de manera logarítmica. Es decir, subir de nivel genera un cambio radical en TODA nuestra vida. Los mayores niveles de conciencia están relacionados con una vida más plena, ya que en estos niveles hay menor tasa de desempleo, menos enfermedad, más significado en todo lo que nos sucede y, sobre todo: más sincronicidad y poder en la Ley de la Atracción.
La sincronicidad es de las cosas más geniales que las personas podemos experimentar. El Dr. Carl Jung lo define muy bien: «la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera acausal». Con esto, se refiere a los eventos en nuestra vida que parecen coincidencias que suceden en el momento preciso, las cuales a simple vista no tienen relación entre ellos, pero desde una perspectiva más espiritual, es el universo dándonos un mensaje.
Los ejemplos más conocidos de la sincronicidad son estar “buscando una señal” y de repente ver un 11:11; encontrarte justo con la persona que necesitas en el momento indicado; vivir una situación que en el momento te parece irrelevante y más adelante hilarla y ver cómo tuvo su razón de ser. A todos nos han pasado las sincronicidades, y se suele decir que es un “guiño” del universo, diciéndonos que estamos en el camino correcto y que un bien mayor nos cuida.
Ahora que estamos adentrándonos en este tema, tenemos que entender que la Ley de la Atracción es un proceso de creación gradual, en algunas ocasiones nuestro deseo se manifiesta en la realidad con mucha rapidez, pero en otras, toma más tiempo. Las sincronicidades son pequeños escalones que vamos avanzando hacia nuestro objetivo, y deben ser vistas como señas de que lo que deseamos está cada vez más cerca.
Como vemos en la gráfica de la Escala de Conciencia, el incremento en nuestro campo energético es exponencial. Tenemos mucha más energía cuando nos encontramos en el nivel de la ira (calibra en 150) que cuando estamos en el nivel de miedo (calibra en 100); cuando estamos en el nivel de la razón (calibra en 400), somos mucho más poderosos que en el nivel del orgullo (calibra en 175). En cada nivel, hay un nivel de energía predominante, y aunque todos oscilamos en muchos niveles, tenemos uno que prevalece.
El punto de inflexión
Hay un punto crítico en el nivel de conciencia, el cual determina de qué manera vamos a evolucionar como personas, y ese es el nivel 200 del coraje. Como podemos ver, todos los niveles de conciencia por debajo del coraje, tienen una tendencia negativa; es más fácil hundirnos si nos encontramos ahí, a diferencia de los niveles por encima del coraje, que tienden a impulsarnos y motivarnos para seguir creciendo como personas.
Veámoslo así: si en mí predomina el orgullo (calibra en 175), es muy probable que alguna situación pequeña me pueda enviar a la apatía. Dicen que el orgullo precede a la caída, una vez que “caes” o algo amenaza a tu ego, te enojas (calibra en 150, bajaste 1 nivel). Enojado, empiezas a desear que las cosas fueran diferentes (calibra en 125, bajaste otro nivel). Como tu energía es muy baja y no logras cambiar la situación a lo que deseas, empiezas a sentir miedo e impotencia. Y así, poco a poco vas bajando en la escala.
Ahora bien, en el nivel de neutralidad (calibra en 250), entiendes que si las cosas se dan de cierta manera está bien, y si no, también, ya que confías en que todo pasa por algo. Esta actitud positiva te eleva al nivel de voluntad (calibra en 310), ya que tienes buena disposición ante la vida y lo que pase. Y esta postura te puede elevar a la aceptación (calibra en 350) de lo que sea que la vida tenga en puerta para ti.
Estos son tan solo unos ejemplos de cómo funciona el nivel de conciencia, el cual está completamente relacionado con nuestra calidad de vida. Ya lo dije antes: un mayor nivel de conciencia significa una vida más plena. También, esta escala nos ayuda a entender por qué las personas actuamos como actuamos, sirviendo como un mapa muy útil para entender en dónde nos encontramos parados ante la vida, y hacia donde dirigirnos para mejorar.
Entonces, ¿cómo incremento mi nivel de conciencia? Hay dos factores críticos que determinan la manera en la que nuestra conciencia evoluciona. El primero es el que diferencia los niveles inferiores a 200 y los superiores, y esto es la manera en la que reaccionamos ante la vida. El Dr. Hawkins explica que, en los niveles inferiores, predomina el complejo de víctima. Quienes están en ese nivel, perciben su mundo interno y externo como mundos separados. Cuando les pasa algo, se preguntan “¿por qué a mi?” en lugar de “¿para qué a mi?”.
Aquellas personas por encima del nivel crítico de coraje, entienden que el mundo externo simplemente es un reflejo del mundo interno. En los niveles superiores no existe el “esa persona me hizo enojar” o “Dios me odia y por eso me pasan cosas malas”. En estos niveles se entiende que nosotros decidimos cómo reaccionamos ante la vida, así como que vivimos en un universo bondadoso, el cual simplemente nos pone retos para hacer que evolucione nuestra conciencia. Ese es el propósito de la vida.
El segundo factor –el más determinante a la hora de incrementar el nivel de conciencia– es la capacidad de decir la verdad. Siempre que nosotros decimos la verdad, generamos más poder en nuestro campo. Velo así: siempre que una persona se encuentra en un nivel de conciencia bajo (avergonzada, con culpa, apenada) es porque está cargando alguna situación. Reprimir situaciones/emociones nos va a anclar al nivel de conciencia en el que se encuentre la situación o emoción en cuestión.
En todos los niveles, nos enfrentamos con situaciones que debemos reconocer y hacerles frente para poder superarlas. Usualmente, quienes están en los niveles inferiores cargan con algún trauma, una creencia nuclear negativa, o algún complejo que no han enfrentado y sanado, lo cual detiene su evolución como personas, y los mantiene en el mismo nivel, lo cual impacta su percepción de la vida, así como las cosas que atraen.
El nivel de conciencia y la ley de la atracción
Nuestro nivel de conciencia es igual a nuestro nivel de energía. Se habló en la publicación acerca de la frecuencia de la relación que guarda la frecuencia con la energía y con la Ley de la Atracción. Mientras más alta es la frecuencia, tenemos más energía y viceversa. Y en ambos escenarios, tenemos mayor atracción y más capacidad de poder manifestar en nuestra realidad aquellas cosas que deseamos.
Las personas que se encuentran en los niveles más altos de la escala, explican cómo sus pensamientos se manifiestan en la realidad prácticamente al instante. Es como si el universo premiara a quienes trabajan en su conciencia. En el nivel más alto de conciencia, el 1000, se encuentran los maestros iluminados que representan a las religiones, como Jesús o Buda. Dicen que sus campos energéticos se sentían a varios kilómetros de donde ellos se encontraban. En la publicación de la frecuencia hablo acerca de la capacidad que todos tenemos de sentir la vibración o la energía de las personas o los lugares.
Pero además del nivel de conciencia de cada persona, existe un nivel de conciencia global. Cada vez que una sola persona incrementa su nivel de conciencia, el nivel global aumenta. Y conforme esto va pasando, el planeta incrementa su frecuencia y su nivel de energía, facilitando la manifestación para todos los que lo habitamos. Incrementar el nivel de conciencia es algo vital para el mundo.
Antes de poder trabajar exitosamente con la Ley de la Atracción, se recomienda trabajar en elevar nuestro nivel de conciencia. Como ya dije, esto lo logramos diciendo la verdad de las situaciones que nos aquejan, reconociendo que muchas veces necesitamos ayuda para salir del callejón en el que podamos encontrarnos. Siempre habrá alguien dispuesto/a a escuchar. Al mismo tiempo, si trabajamos en cambiar nuestra perspectiva de la vida por una más positiva, nuestro nivel de conciencia aumentará gradualmente.
Esto se logra de distintas maneras: haciendo trabajo interno con reflexión e introspección, reprogramando el subconsciente, siguiendo prácticas de autoconocimiento (como escribir un diario), elevando nuestra frecuencia. Hay muchas cosas que podemos hacer para ayudarnos a nosotros mismos; tengo publicaciones acerca de algunas de estas y haré más en el futuro, ya que el propósito de todo esto es justamente ayudarte a incrementar tu nivel de conciencia.
Ahora, ya conocemos las variables que determinan cómo vamos a poder utilizar la Ley de la Atracción en nuestra vida. Solo nos falta la última cosa, que es la intención y conocer el proceso creativo. La próxima publicación –la última de este tema– será acerca de cómo lograr, paso a paso, que podamos mantenernos en un estado vibratorio que logre que atraigamos lo que deseamos a nuestra vida, y logremos manifestar nuestros pensamientos en la realidad.
Para quienes estén interesados en saber más del tema, tengo 2 libros por recomendar del mismo autor: El Poder Contra la Fuerza y Trascender los Niveles de Conciencia, ambos del Dr. David Hawkins. Su bibliografía cambió mi vida por completo. El simple hecho de leer estos libros, eleva el nivel de conciencia. Recomiendo mucho, e incluso pido, que leas estos libros. Abren la mente de una manera increíble, y la manera de ver y de vivir la vida puede cambiar si te propones a leer y entender todo lo que el autor menciona. De mis libros favoritos.
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