Uno de los temas más reconocidos y estudiados en varias religiones, filosofías, y ramas de la ciencia de la Nueva Era, tal como la parapsicología, es el de las vidas pasadas. Se sabe, por medio de muchas investigaciones y pruebas, que todas las personas hemos tenido incontables vidas pasadas antes de la vida que actualmente tenemos. En libros como “Muchas Vidas, Muchos Maestros” de Bryan Weiss; “Yo, Realidad y Subjetividad” de David Hawkins, y “Cinco Vidas Recordadas” de Dolores Cannon, los autores –todos terapeutas– han explicado cómo, a lo largo de su carrera, se encontraron con personas que estaban sufriendo los efectos de cuestiones relacionadas con alguna vida pasada.
Por ejemplo: en Muchas Vidas, Muchos Maestros, se nos cuenta la historia de una paciente que vivía con muchas fobias inexplicables, las cuales fueron sanadas por medio de una terapia de regresión, en la que ella narraba experiencias desagradables o de muerte que tuvo, lo cual le generó un trauma tan profundo, que arrastró todo eso a esta vida. Por ejemplo: recuerdo haber leído el caso de una persona que padecía de dolor crónico de cuello inexplicable, hasta que en una sesión de regresión recordó que en una vida había muerto decapitado. Algo similar documentó Dolores Cannon en más de 15 libros al respecto, donde realizó miles de regresiones, encontrándose siempre con lo mismo: el subconsciente de las personas recuerda las vidas pasadas.
Y no solo eso, sino que personajes religiosos clave, como Jesucristo o el Buda, hablaron acerca de lo que viene después de esta vida: el cielo o el infierno. Esto no quiere decir que cuando morimos vamos o al paraíso o al fuego eterno, sino que, como se explica en el budismo, todas las personas hemos acumulado en todas nuestras vidas pasadas lo que se conoce como karma; esto es el equivalente a el fruto, por así llamarle, de todo lo que sembramos en nuestro pasado. Todo lo que suceda en nuestra vida actual: circunstancias de nacimiento, familia, amigos, predisposiciones por temas en particular, todo es producto de nuestro karma. Y aquello que nos suceda después de concluir con esta vida, cielo o infierno, también lo será.
Existen incluso casos de personas que durante la niñez, hablan abiertamente de los recuerdos que tienen de su vida anterior. Si es un tema tan documentado, del que muchas personas reconocidas han hablado, ¿por qué es algo que no está tan aceptado en nuestra cultura o sociedad? Personalmente pienso que es uno de los puntos clave que todos debemos reconocer, pues en éste yacen muchas de las respuestas a preguntas que, si nos hacemos sin tomar en cuenta la realidad de nuestras vidas pasadas, pueden quedar sin responder y causarnos mucha frustración e impotencia.
Somos un espíritu viajero
Todos nosotros, que en realidad somos conciencia, mente o alma (no somos este cuerpo), llevamos –literalmente– desde el principio de los tiempos experimentando distintas vidas, con el fin último de expandir nuestra conciencia o vibración, por medio de experiencias y aprendizaje. Algo que el estudio de la conciencia ha revelado es que todos iniciamos nuestro camino evolutivo desde el nivel más básico o de vibración más lenta, lo cual, en su momento, nos llevó a actuar de forma negativa. Pensemos en el pasado de la Tierra: antes éramos mucho más salvajes, siendo el asesinato entre personas una de las cosas más comunes.
En nuestras vidas pasadas, es muy probable que hayamos cometido alguna barbaridad que hoy en día jamás haríamos; esto no lo digo para hacernos sentir culpables, después de todo, nuestro nivel evolutivo era súper bajo (al igual que el de las personas que hoy en día deciden matar deliberadamente). No obstante, tener este razonamiento y aceptar los errores que pudimos haber cometido en el pasado a falta de consciencia, nos da dos herramientas muy poderosas: la primera es la capacidad de aceptar apaciblemente todo lo desagradable que nos pasa, pues se entiende que es la purificación de un karma por una acción pasada.
La segunda –la más importante– es la habilidad de generar una motivación positiva para actuar de forma correcta: ya no seguir generando más karma negativo. Cuando entendemos que terminando esta vida vamos a tener otra, en donde experimentaremos muchas de las consecuencias de lo que decidamos hacer aquí y ahora, entonces nos volvemos más sensatos en nuestro actuar, pues ninguno de nosotros quiere sufrir. Esto es algo principalmente importante de saber para quienes tienen dificultades en asumir la responsabilidad de sus actos: eventualmente todo tendrá consecuencias, así que es conveniente ser buena persona.
Algo muy importante que debemos saber acerca de las vidas pasadas, es que lo más probable sea que éstas las vivimos dentro del samsara; éste es el plano o la dimensión en donde existe el sufrimiento, así como en la Tierra. Hay muchas cosas increíbles de la vida humana, pero es innegable que también se experimenta mucho sufrimiento. Este sufrimiento no es más que la consecuencia inevitable de haber obrado mal en el pasado; aunque no debemos asustarnos de que nos vaya a ocurrir una tragedia por causa de las acciones de las vidas pasadas, pues en el presente, siempre tenemos la opción de actuar con amor y bondad. Así es como se cultiva karma positivo que pueda “contrarrestar” el negativo.
Algo innegable que se intenta negar
Ahora bien: muchas de las empresas/organizaciones que insisten en negar la existencia de vidas pasadas lo hacen con un solo propósito: mantenernos con miedo e incertidumbre. Cuando vivimos desconociendo la realidad de todo el camino que ha recorrido nuestro espíritu, podemos generar miedo a que nos pasen cosas negativas, las cuales no tienen una causa aparente y nos dejan desconcertados. Esta percepción de la vida causa mucha inseguridad, y una persona insegura es una persona fácil de manipular. No existe un Dios o ser superior que nos castigue o nos señale y nos llame “pecadores”; solo existe la causa y el efecto.
También, el reconocimiento de nuestras vidas pasadas nos puede ayudar mucho para entender cosas de nosotros a las que probablemente no les encontremos una explicación lógica: como ya mencioné, la mente subconsciente lo recuerda absolutamente todo, así que puede que conscientemente hayamos olvidado algo, pero no por eso es algo que no hayamos vivido y que no haya tenido un impacto dentro de nosotros. La única forma en la que podemos limpiar nuestro espíritu por completo de todas las cosas que hayamos hecho, es por medio de la iluminación espiritual.
Todos tenemos un pasado que va más allá de esta vida, del cual obviamente no debemos recriminarnos ni juzgarnos (igualmente es poco probable que lo recordemos), pero sí tenemos que informarnos acerca de la forma en la que opera nuestro espíritu, para así poder progresar, en lugar de quedarnos atrapados en el samsara, teniendo vida tras vida llenas de sufrimiento por no haber actuado a partir del amor, el entendimiento y la compasión. Suele decirse que la ignorancia es el único “pecado”, pues el desconocimiento de algo tan importante como las vidas pasadas que hemos tenido, y las futuras que tendremos, nos puede llevar a actuar de forma imprudente en el presente.
Ahora, tú ya sabes que tu espíritu ha recorrido un camino súper largo, el cual te ha traído hasta donde estás ahora. La vida humana es una gran oportunidad, en la que tenemos en una sola vida, la oportunidad de enmendar TODOS nuestros errores. Es por esto que no hay que desperdiciarla; tenemos la responsabilidad de siempre buscar la forma más constructiva de actuar, buscando siempre conciliar en lugar de promover el conflicto, para así asegurar que en esta vida y en la que tengas después de esta, disfrutes de un karma muy bueno, y puedas seguir con la evolución de tu espíritu.
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